jueves, 30 de abril de 2015

CUANDO LAS VIÑAS LLEGABAN AL MAR

La Huerta de Valencia en época antigua no era un paisaje de coles, tomates y alcachofas. En época romana la huerta eran viñas y campos de cereal y olivos y así lo evidencian los hallazgos de Ruaya.

La Huerta en la antigüedad no era Huerta sino campos de cultivo de vides, cereales y olivos, según un estudio


Levante-EMV, 29 de abril de 2015

La Huerta de valencia en época antigua no era el paisaje de coles, tomates y alcachofas actual. En época romana, «la huerta no era huerta sino campos de cereales, viñas u olivos». así lo apunta la arqueología y las investigaciones que han llevado a cabo expertos como Ricardo González Villaescusa, Carmen Aranegui y el propio servicio municipal de arqueología de valencia (SIAM). Los campos de viñas, de hecho, llegaban muy cerca del mar, tal como puso en evidencia la excavación realizada entre 2008 y 2009 en la calle Ruaya, al norte de Valencia, donde se documentó un antiguo emporio comercial donde se cultivó la vid.

Entender el territorio de la Huerta de Valencia en época antigua plantea muchos problemas para la arqueología porque o está ocupada por edificios o por tierras cultivadas —cada vez menos—, explica el catedrático de Historia antigua y arqueología de la Université de Nice Sophia - Antipolis, Ricardo González Villaescusa. No se sabe cuántas «villae» debieron existir en el territorio de Valentia. Los hallazgos de Ruaya supusieron un avance en este sentido, sin embargo no se ha podido completar.

González Villaescusa apunta que en la huerta quedan restos de villas romanas, «pero son contados con los dedos de una mano y se conocen relativamente mal».«Sin una inversión en excavaciones programadas se hace difícil conocerlas bien ahora que las excavaciones de urgencia son minoritarias por la crisis».

Según los arqueólogos, las villas romanas agrícolas eran explotaciones señoriales. Normalmente ese señor es un propietario urbano que de vez en cuando visitaba su
propiedad. La explotación la llevaba un «uilicus», un capataz, siervo o liberto. Normalmente el rico propietario pertenecería a la clase social más elevada de la ciudad. Sin duda hubo propietarios de procedencia itálica, aunque es probable que hubiera indígenas que alcanzaron un estatus importante en la sociedad romana y fueron propietarios agrícolas. Del mismo modo hubo indígenas que formarían parte de la clientela del señor que formaba una «gran familia», explica González Villaescusa.

El arqueólogo y jefe del SIAM, Albert Ribera, asegura en una ponencia presentada en 2011 en Requena que a partir del siglo I a.C. el litoral mediterráneo hispánico se fue convirtiendo en un área de cultivo de la vid y producción de vino. Los pocos datos de que se va disponiendo del entorno agrícola de la ciudad, indicarían que Valentia también sería el centro de una zona vinícola, cuya producción en buena parte se exportaba. las excavaciones en algunas villas romanas de Paterna, Catarroja y Ribaroja, así como el hallazgo de alfares de ánforas en el entorno cercano de la ciudad, en Paterna y en Catarroja hacen ver que la situación de la ciudad sería semejante a la de Saguntum, cuyo vino —«de no buena reputación», sostiene Carmen Aranegui— era conocido por las fuentes escritas.

González Villaescusa asegura que la Huerta en época romana «no era para nada igual» a la actual. La época islámica supuso una revolución agrícola y de los sistemas de riego. La mayoría de cultivos hortícolas son posteriores a la llegada del islam a Al-Andalus.

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