sábado, 3 de enero de 2015

LA ARQUEOLOGÍA OLVIDADA DE L'HORTA

Baco de Aldaia
© Luis García. Wikipedia
Reproducimos un artículo que daba cuenta en el último día de 2014 de una publicación de síntesis sobre la arqueología de la Huerta de Valencia.

Hortensia García
Levante-EMV, 31 de diciembre de 2014

Entre acequias se detiene esta semana en una representación de las abundantes muestras arqueológicas que están repartidas por toda la comarca de l'Horta. La mayoría de estos vestigios es de época romana, pero también se pueden encontrar restos iberos. El profesor de Prehistoria y Arqueología José Luis Jiménez lamenta que solo una mínima arte de estos enclaves haya sido investigada como merece.

Las alquerías, molinos, azudes, acequias y antiguos caminos no son el único patrimonio amenazado de l'Horta. La investigación arqueológica ha sido una de las grandes olvidadas en los últimos años donde la profunda transformación que ha sufrido el paisaje tradicional de la huerta ha acelerado el proceso de desaparición de las pocas trazas que podría quedar de antiguos parcelarios, sobre todo romanos. Sólo una mínima parte de los lugares arqueológicos identificados en las comarcas de l'Horta Nord y Sud han sido investigados de manera sistemática. Así lo expone el profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universitat de València José Luis Jiménez Salvador en una publicación multidisciplinar sobre la huerta realizada por la citada universidad.

En "L'Universitat de València i els seus entorns", José Luis Jiménez explica que el mayor número de estos restos se adscribe a las épocas romana y de la antigüedad tardía pero no faltan testimonios arqueológicos de poblamientos anteriores, incluso, de época prehistórica, sobre todo iberos. Entre estos últimos destaca el "Tos Pelat", en el término de Montcada, un importante asentamiento de finales del siglo VI a.C. abandonado en la primera mitad del siglo IV.

En l'Horta de Valencia ha quedado en evidencia un importante número de explotaciones agrícolas íberas, superadas en número por las de época romana, especialmente de época imperial.

Las más destacadas se encuentran en el término de Montcada, donde se conocen los enclaves denominados "Les paretetes dels Moros" y "El Poaig", famoso por ser el lugar donde apareció el mosaico de las Nueve Musas.

En Torrent, destacan el mas del Jutge, l'Alter y San Gregorio. En Aldaia se conoce l'Ereta dels Moros por el hallazgo de una escultura de mármol del dios Baco, que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional.

En el entorno de Silla se han documentado los restos de una ciudad datada entre los siglos II y XV d.C. Muchos de estos asentamientos contaban con instalaciones para almacenar vino y aceite, que se transportaba en las ánforas que se fabricaban en hornos como el del huerto de Pepica, en Catarroja, o "Les Ollerias" en Paterna. En este último municipio se localizaron en la antigua fábrica de galletas Río los restos de unas termas.

Si para los romanos era fundamental el control y la explotación de los territorios alrededor de las ciudades, lo mismo podría decirse en la época visigoda. La localización en Valencia, en el solar arqueológico de la Almoina, de un importante grupo episcopal vinculado al lugar del martirio de San Vicente confirma el papel destacado jugado por Valencia en época visigoda y la importancia de las infraestructuras viarias en el control del territorio. El cementerio localizado en la senda de l'Horteta (Alcàsser), cerca de la Vía Augusta, está vinculado a uno de los puestos de vigilancia de la red de comunicaciones de esta época.

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