miércoles, 3 de septiembre de 2014

ANTIGÜEDADES Y OPIO, LA FINANCIACION DEL TERRORISMO INTERNACIONAL

Captura de pantalla del documental
"Des trésors contre des armes"
Es conocido el papel del opio en la financiación del terrorismo internacional. Menos conocida, aunque en alguna ocasión hemos hecho referencia a este problema en Siria, Libia, Irak o Egipto, es la relación de la venta de antigüedades en el mercado internacional, así como la incidencia de los conflictos civiles o las guerras en el incremento de este tráfico y en la financiación del terrorismo. Pero nada tan pedagógico como la noche temática de la cadena franco-alemana Arte en su versión original y en su programación francesa: THEMA. Presten atención los espectadores españoles que puedan estar interesados cuando se transmita por la 2 de TVE en su momento oportuno, quizá en unos 10 meses.

En la noche del 2 de septiembre pudimos ver dos documentales coproducidos por la productora alemana SWR y Arte, con la colaboración de APSA, (la Asociación siria para la defensa del patrimonio) que han puesto en evidencia esta relación. El primero, una investigación sobre las mafias del tráfico de Antigüedades, "A la poursuite des pilleurs de temples" (En busca de los saqueadores de templos) narra las peripecias de una estatua de un Buda robado y sacado del país durante la guerra civil de Camboya en 1972 y la intervención de l'École française d’Extrême-Orient y la UNESCO para su restitución definitiva al país de origen en 2013.

Vista vertical de Apamea © Goggle Earth 2011
al norte y al sur del cardo máximo porticado
El segundo,"Des trésors contre des armes" (Tesoros a cambio de armas) nos cuenta las investigaciones realizadas para seguir la pista de los objetos recuperados en excavaciones furtivas de los aldeanos de Afghanistan, Irak o Siria, de cuyos resultados se financian los grupos armados como Al Qaeda o Hezbolá. Este tráfico es una fuente de ingresos para el terrorismo mundial porque los aldeanos próximos a los yacimientos arqueológicos viven de una "economía de la desesperanza", no obteniendo más que el 1 o el 5 % del valor final del objeto en Europa; porque los propios ejércitos (regulares, de ocupación...) hacen la vista gorda sobre el tema; porque los grupos terroristas los promocionan o hacen de intermediarios; porque algunos aduaneros corruptos lo permiten; porque los anticuarios las compran a sabiendas de su origen contrario a la legalidad internacional; y porque, finalmente, un público, compuesto de gente de alto poder adquisitivo y diplomáticos de alto rango los compran en la ciudad que es el centro mundial del comercio de antigüedades: Bruselas. las grabaciones con cámara oculta lo demuestran de forma evidente. Algunos anticuarios no tienen escrúpulo alguno en aceptar que es un comercio completamente ilegal, mientras que la policía federal belga se ve completamente desbordada ante los hallazgos que encuentran en la aduana.

Vista de Apamea © Goggle Earth 2012 con 14 600 fosas
Muestra de la indiferencia de las fuerzas militares que ocupan el territorio ante este saqueo es la imagen que ofrece el documental cuando muestra el contraste  entre las antiguas escenas aéreas de la ciudad antigua de Apamea, en Siria, antes y después de la guerra civil que aun sacude el país (visibles en Google Earth).

En el documental se da cuenta de cómo Mohammed Atta, uno de los autores de los atentados del 11S, contactó con un intermediario para venderle antigüedades procedentes de Afghanistán. El saqueo de yacimientos arqueológicos es un fenómeno que existe desde las primeras civilizaciones, pero, a diferencia de los saqueadores de tumbas del antiguo Egipto, que fundían el oro y la plata del producto de sus "excavaciones", el saqueo de hoy se beneficia de que los objetos así recuperados son "más caros que su propio peso en oro" por el valor añadido "antigüedad" que poseen. De esta manera, vendiendo el producto de estos expolio, el terrorismo yihadista financia la destrucción de una civilización y destruye su pasado pre-islámico.